Un excelente crisol!
Una mala experiencia
1/12/20244 min read
Un triste desenlace
Se trata de un potencial cliente que ha probado nuestros crisoles corona AF100 por mano de un intermediario. Nos escribe para consultar nuestros precios, nuestra forma de trabajo y para solicitar información técnica.
En la entrevista nos comenta que nuestros productos han tenido un excelente desempeño y que por esa razón esta pensando en la posibilidad de convertirse en un cliente fijo. Las MEDIDAS DE SEGURIDAD EN EL TALLER, LOS METODOS DE DETECCION DE AVERIAS DEL INVENTARIO Y EQUIPOS, REACCIONES QUIMICAS COMUNES EN LA FUNDICION Y TENDENCIAS DE TECNIFICACION EN EL TALLER. El cliente nos comenta que él ha tenido malas experiencias con crisoles de capacidades superiores a 100kg sin importar marca y se le explica que eso generalmente se trata de incompatibilidad entre los equipos del taller y la capacidad del crisol, pero el cliente insiste que los crisoles de 100kg las diferentes empresas los fabrican más resistentes. Por esta y otras razones nacidas de esta conversación con el cliente nos queda claro que el cliente tiene poca experiencia en la fundición por lo que se decide acompañarle en el proceso de la puesta en marcha recomendada por el fabricante, la forma correcta y saludable para los equipos. Se realiza entrega de los equipos y se agenda cita para el día de puesta en marcha y quedamos a la espera del día.
Los días pasan y la cita es ignorada por el potencial cliente. Recibimos una llamada desesperada del cliente donde nos envía videos y fotos demostrando que uno de los crisoles se rompió, el cliente no tiene ninguna justificación para dicho acto y de facto eso rompe el protocolo de PUESTA EN MARCHA SEGURA que incluye garantía total sobre los equipos. El cliente acepta su error y nos suplica que mantengamos el trato inicial, a lo cual se le responde negativamente, pero nos comprometemos a realizar una visita a su taller para poner en marcha los equipos restantes, sin ofrecerle ninguna garantía al respecto. Es evidente que el cliente carece de conocimientos técnicos y un cliente sin conocimientos no explota su potencial. Y un cliente que crece, nos hace crecer.


Se realiza visita a terreno donde se detectan los siguientes hallazgos:
1) El taller se encuentra precariamente acondicionado, pero muy bien organizado espacialmente.
2) El aceite usado automotriz utilizado como combustible se compra sin métodos de comprobación de contaminantes, encuentra en el patio sin protección, ni vigilancia. Al tomar una muestra a cinco niveles de profundidad nos damos cuenta que los niveles superiores están mas limpios y menos viscosos, el nivel medio tiene muchísimas impurezas tipo tierra, pequeñas hojas, ramitas, oxido, etc. Los niveles inferiores son terroríficos, hay limaduras de metal grandes, tierra, agua abundante, etc. Esto demuestra que el combustible no es filtrado, decantado o limpiado de ninguna manera.
3) El cliente no tiene un área de triturado de piezas, ni acostumbra reducir el tamaño de las piezas, aduce que si la pieza entra por la boca del crisol es porque está lista para fundirse.
4) Revisando su bodega encontramos muchos crisoles de diferentes marcas con diferentes daños, los cuales están fuera de uso por fracturas longitudinales, rupturas de fondo, boca deformada y demás catástrofes.
5) Las pinzas y canastas de extracción de los crisoles evidentemente no cumplen ningún criterio, son pinzas diseñadas para crisoles de 100Kg tipo A y causan daños a la boca de los crisoles, ejercen presión en puntos sin distribuir la presión en toda la circunferencia.
6) Los trabajadores tienen una excelente disposición para el trabajo y para aprender, no así el encargado del taller, quien defiende su posición de alta cualificación.
7) Pasando por el horno podemos ver que las medidas que tienen esta muy por debajo de lo necesario. La llama del horno impacta en el fondo y pared lateral del crisol, las paredes del horno están extremadamente justas y la tapa del horno casi roza con la boca del horno.
8) El equipo de extracción estaba muy mal diseñado, hacia contactos anómalos con el crisol. No estaba diseñado para ningún tipo conocido de crisol, pero trabajaba medianamente bien con los equipos de 100Kg.
Iniciamos la puesta en marcha segura:
1) No se hace apertura del equipo, puesto que el cliente lo había realizado antes rompiendo así una vez más con las políticas de la empresa. Por tal razón no se verificó el embalaje de protección del equipo.
2) Se realiza la revisión de humedad del crisol con reactivos ultrasensibles, la humedad se encontraba en 15%, esto por que se le retiró con días de anticipación la envoltura plástica y desecante al crisol.
3) Se pasa a la desecación del crisol exponiéndolo a llama de leña vegetal por media hora, posteriormente se realiza aclimatación del crisol aumentando el calor por media hora más. Y Se comprueba la humedad del crisol, la cual se encontraba por debajo de 5%, apta para pasar al quemado de trabajo.
4) Iniciamos la primera fase de QUEMADO DE TRABAJO, donde debimos alcanzar los 900 grados Celsius. Hay que decir que fue un momento tenso, pues tuvimos que luchar contra la insistencia del encargado del taller de aumentar la potencia de la llama. Aun así, se consiguió el objetivo.
5) Al iniciar los 45 minutos de la fase de curado del crisol y el barniz hubo cubierto impecablemente el crisol supimos que se había logrado el objetivo.
6) Pasamos a la fase de primer empleo, donde encontramos nuevos hallazgos que reducen la vida útil del crisol. El cargado de material se realizaba con piezas largas, lanzadas desde de altura por falta de equipos de protección para el operario, las piezas no estaban suficientemente caliente y demás fallos graves. A la extracción del crisol el horno no tenia suficiente espacio de trabajo para las pinzas, que a su vez presionaban disparejo el crisol y arrancaban en los pocos puntos de contacto el barniz.
Traspasando el crisol a la pequeña canasta los operarios tuvieron que abrir las pinzas desde unos 30 centímetros golpeando innecesariamente el equipo. Se realizó la llena de moldes en arena y dejamos enfriar el crisol. Y esperamos el diagnóstico del jefe del taller, cito textual “tiene agujeros como colador”. Por tal razón retiramos los equipos, reintegramos el total del valor de compra de los equipos y el crisol de ensayo lo enviamos un conocido fundidor, quien lo utilizó por 43 coladas más sin novedades.
Conclusión:
Es realmente una triste historia donde nosotros, el cliente y el jefe del taller perdimos un poco cada uno. Nosotros recibimos un regalo enorme con esta experiencia, bendición en forma de experiencia y la enseñanza de que la prepotencia, el orgullo y la defensa del estatus nos causa tanto daño. Nuestros mejores deseos para este potencial cliente, esperamos que esté logrando todas sus metas.






